Familias con menores a su cargo en situación de riesgo social, sin llegar a situaciones graves de desamparo, que no requieren la separación urgente del menor, pero sí una serie de cambios en la dinámica familiar para evitar esta.
Familias con dificultades importantes (individuales, familiares o sociales), en diferentes etapas del ciclo vital que suponen la acumulación de factores de riesgo para la correcta atención de las necesidades de los menores.
Familias multi-problemáticas que además de tener prácticas parentales inadecuadas, tienen otros problemas asociados (dependencias de tóxicos, trastornos emocionales, absentismo, minusvalías, etc.)